12 de febrero de 2016

U.D.5: DIOS PERDONA SIEMPRE 5



Marc Chagall nació en 1887 en la actual Bielorrusia. Su familia era judía y él tuvo que exiliarse a París; no regresó a su país hasta 1973. La pintura de El hijo pródigo reproduce la vuelta imaginaria a su tierra. En ella refleeja sus propios sentimientos y el reencuentro con la gente que le conoce.




Marc Chagall se inspiró en las costumbres de la vida en Bielorrusia e interpretó muchos temas bíblicos, reflejando así su herencia judía. En los años 1960 y 1970 se involucró en grandes proyectos destinados en espacios públicos o en importantes edificios civiles y religiosos.
La obra de Chagall está conectada con diferentes corrientes del arte moderno. Formó parte de las vanguardias parisinas que precedieron la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, su obra se queda siempre en los límites de estos movimientos y tendencias emergentes, incluyendo el cubismo y el fauvismo. Estuvo muy conectado con la Escuela de París y sus exponentes, como Amedeo Modigliani.
En sus obras abundan las referencias a su niñez, aun al precio de evitar las problemáticas experiencias que después vivió. Sus obras comunican la felicidad y el optimismo a aquellos que las observan mediante intensos y vívidos colores. Chagall gustaba de colocarse a sí mismo, a veces junto con su mujer, como observador del mundo, un mundo de colores visto a través de un vitral. Muchos consideran que La crucifixión blanca (y sus ricos e intrigantes detalles) es una denuncia del régimen de Stalin, del holocausto nazi y de toda la opresión contra los judíos.












U.D.5: DIOS PERDONA SIEMPRE 4


FICHAS DE EVALUACIÓN






Aunque la historia de Lucía tiene un final feliz, narra el drama interno que vive la niña, el proceso de reflexión y la gran fuerza de voluntad que demuestra para atenuar su angustia.
Conviene reflexionar con los alumnos sobre el proceso de introspección que hace Lucía: se siente mal, reflexiona sobre las consecuencias de su mala acción y se siente responsable.
Esta capacidad de mirar hacia dentro y dialogar con la propia conciencia es lo que mueve a Lucía a reparar
el daño, pagando lo que ha sustraído. Nuestros errores no solo nos afectan a nosotros, sino también a los demás.
Cuando cometemos errores, perdemos la confianza en nosotros, y los demás dejan de con!ar en nosotros.



U.D.5: DIOS PERDONA SIEMPRE 3

Hacer comprender a los alumnos que perdonar no es un acto de debilidad y que el que perdona no es el ingenuo de turno que todo lo soporta. El acto del perdón es muy necesario para una buena convivencia. Sin el perdón, se haría muy difícil vivir con los demás, y las relaciones llegarían a tal grado de desconfianza entre unos y otros, que no podríamos convivir en sociedad. Reflexionar con los alumnos sobre las circunstancias que rodean el acto del perdón.
Quien perdona debe estar convencido de la buena intención del que pide perdón, de que muestra arrepentimiento y que necesita reconciliarse con él; solo desde el amor, puede nacer el perdón.
Al perdonar, estamos asegurando una convivencia pací!ca con los que nos rodean; el perdón nos devuelve la confianza en el otro y hace desaparecer el deseo de venganza.
 El rencor y la desconfianza son el origen de muchos conflictos actuales entre personas de un mismo pueblo, así como el desencadenante de muchas guerras.
 Jesús nos muestra el camino del perdón y nos anima a amar de manera incondicional, incluso a nuestros enemigos, como hizo Titus Brandsma.













U.D.5: DIOS PERDONA SIEMPRE 2

La parábola del hijo pródigo es un buen ejemplo para mostrar a los alumnos el proceso de arrepentimiento. La parábola presenta la imagen de un hijo egoísta, gastador, extremadamente dadivoso, manirroto y poco responsable con sus bienes, que acaba en la absoluta miseria. Pero también presenta a un hijo capaz de reflexionar sobre sus actos y sobre el sentido de su vida, y que siente la necesidad de arrepentirse. El hijo es consciente de su comportamiento irresponsable, pero no tira la toalla y se abandona, sino que toma la decisión de volver a casa de su padre y pedirle perdón para encauzar, en la medida de lo posible, los errores que ha cometido. Para arrepentirnos de algo, es preciso hacer un ejercicio de introspección que nos permita reconocer en qué nos hemos equivocado para poder encontrar una vía de solución. En el caso del hijo pródigo, él reconoce que su error es irreparable y no pide volver a su situación anterior, sino solo ser acogido de nuevo en el hogar. Dios es como un padre que siempre perdona y nos acoge como hijos. El padre de la parábola representa la imagen de Dios misericordioso que quiso transmitir Jesús.







 









U.D.5: DIOS PERDONA SIEMPRE 1

Convivir en armonía con los demás es una tarea complicada.
Día a día surgen conflictos inevitables con las personas que nos quieren, unas situaciones que nos hacen sentir mal con nosotros mismos y también con los demás.
Jesús nos ofrece un modelo de perdón que significa poder empezar siempre de nuevo, como si nada hubiera sucedido, sin hacernos reproches.

A lo largo de esta unidad, aprenderemos el significado de perdonar y los sentimientos que genera el hecho de pedir perdón y de ser perdonado.


 La expresión “un gesto vale más que mil palabras” es muy adecuada para interpretar el comportamiento de la madre y del hijo que aparecen en la ilustración. Pedir a los alumnos que observen con atención las caras de los personajes y sus gestos. La gesticulación de la madre, la cercanía que muestra cogiendo a su hijo por el hombro y su mirada denotan comprensión, misericordia, paciencia... Por otra parte, la expresión del niño indica sorpresa, tristeza porque sabe que no está bien lo que ha hecho... Pero también es importante fijarse en la actitud de arrepentimiento del niño, que se da cuenta de la situación que ha provocado y trata
de resolverla en la medida de lo posible; con un recogedor y una escoba, se dispone a limpiar los restos de la maceta rota. Conviene que los alumnos aprenden a pedir disculpas y perdón por los errores cometidos, pero también tienen que asimilar la necesidad interna de reparar o compensar el daño causado: aceptar la responsabilidad que tienen en ello y aprender de las consecuencias del error. Dialogar con los alumnos sobre lo que ha podido aprender el niño de la imagen después de haber roto la maceta sin querer.