12 de febrero de 2016
U.D.5: DIOS PERDONA SIEMPRE 2
La parábola del hijo pródigo es un buen ejemplo para mostrar a los
alumnos el proceso de arrepentimiento. La parábola presenta la imagen de
un hijo egoísta, gastador, extremadamente dadivoso, manirroto y poco
responsable con sus bienes, que acaba en la absoluta miseria. Pero
también presenta a un hijo capaz de reflexionar sobre sus actos y sobre
el sentido de su vida, y que siente la necesidad de arrepentirse. El
hijo es consciente de su comportamiento irresponsable, pero no tira la
toalla y se abandona, sino que toma la decisión de volver a casa de su
padre y pedirle perdón para encauzar, en la medida de lo posible, los
errores que ha cometido. Para arrepentirnos de algo, es preciso hacer un
ejercicio de introspección que nos permita reconocer en qué nos hemos
equivocado para poder encontrar una vía de solución. En el caso del hijo
pródigo, él reconoce que su error es irreparable y no pide volver a su
situación anterior, sino solo ser acogido de nuevo en el hogar. Dios es
como un padre que siempre perdona y nos acoge como hijos. El padre de la
parábola representa la imagen de Dios misericordioso que quiso
transmitir Jesús.
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