Hacer
comprender a los alumnos que perdonar no es un acto de debilidad y que
el que perdona no es el ingenuo de turno que todo lo soporta. El acto
del perdón es muy necesario para una buena convivencia. Sin el perdón,
se haría muy difícil vivir con los demás, y las relaciones llegarían a
tal grado de desconfianza entre unos y otros, que no podríamos convivir
en sociedad. Reflexionar con los alumnos sobre las circunstancias que
rodean el acto del perdón.
Quien
perdona debe estar convencido de la buena intención del que pide
perdón, de que muestra arrepentimiento y que necesita reconciliarse con
él; solo desde el amor, puede nacer el perdón.
Al
perdonar, estamos asegurando una convivencia pací!ca con los que nos
rodean; el perdón nos devuelve la confianza en el otro y hace
desaparecer el deseo de venganza.
El
rencor y la desconfianza son el origen de muchos conflictos actuales
entre personas de un mismo pueblo, así como el desencadenante de muchas
guerras.
Jesús
nos muestra el camino del perdón y nos anima a amar de manera
incondicional, incluso a nuestros enemigos, como hizo Titus Brandsma.
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