Jesús ha resucitado
Jesús resucitó al tercer día de morir, el Domingo de Resurrección. Comienza el tiempo pascual pero no termina ahí. Dura desde este día hasta pentecostés, o sea, 50 días, en el que Jesús se aparece resucitado en varias ocasiones como veremos.
Signos en la Iglesia de la resurrección.
En las celebraciones de la Iglesia se utiliza el color blanco, se canta con gran alegría el ALELUYA y todo está lleno de flores que simbolizan la vida y la belleza. También el cirio pascual está encendido durante todo este tiempo, símbolo de la luz que es Jesucristo que ilumina nuestras vidas tristes y oscuras por el pecado para darnos el perdón y la salvación.
La resurrección de Jesús fue un hecho histórico verdadero y muchas personas fueron testigos y lo contaron así. Nosotros los cristianos lo decimos en el Credo.
Durante 40 días desde el momento de la resurrección, Jesús se fue apareciendo en distintas ocasiones a diferentes personas hasta el día en que se fue al cielo.
Encuentros con Jesús resucitado
El primer encuentro de Jesús resucitado fue el Domingo de Resurrección muy temprano. María Magdalena, y otras mujeres fueron al sepulcro para terminar de echar unos aceites al cuerpo de Jesús, como era costumbre hacer en esa época.
Cuando llegaron al sepulcro, estaba abierto. La puerta era una piedra muy muy grande redonda y muy difícil de mover. Se asombraron porque pensaban que habían robado el cuerpo de Jesús. Pero se les apareció un ángel y les avisó que había resucitado. (Mt.28)
Así que muy asustada María Magdalena fue corriendo a avisar a los discípulos como le dijo el Ángel que hiciera, pero por el camino se encontró al mismo Cristo resucitado. Imagina qué alegría a la vez que asombro sentiría. Los discípulos cuando se los contó no le creyeron.
Aquí tenemos la primera persona que lo vio resucitado y además la primera misionera pues fue a anunciar que Jesús estaba vivo, que es la misión que tenemos todos los cristianos en el mundo.
Por el camino de Emaús
Estando unos discípulos de camino a un lugar llamado Emaús, se unió con ellos Jesús. No lo reconocieron, pues Jesús tenían un cuerpo glorioso resucitado. Estaban hablando muy tristes sobre la muerte de Jesús que había ocurrido hacía 3 días. Cuando llegaron a la aldea le dijeron que se quedase esa noche a cenar en su casa pues era ya tarde. Se sentaron a cenar y cuando Jesús partió el pan dando la bendición fue cuando se dieron cuenta que era él. Después desapareció. Se lo contaron a los discípulos que no habían estado allí esa noche pues estaban escondidos por miedo a que también a ellos los cogieran y mataran, y tampoco lo creyeron. Después a ellos se apareció de nuevo Jesús resucitado diciendo: “Paz a vosotros”. Como no podían creer que fuera Cristo de verdad, les enseñó la señal de las heridas de sus manos y de su costado. (Mc.16)
El apóstol Santo Tomás en ese momento de la aparición de Jesús resucitado no estaba allí. Y cuando estos se lo contaron no les creyó. 8 días más tarde, otra vez se volvió a aparecer entre ellos Jesús, esta vez sí que estaba Tomás y finalmente reconoció que Jesús es el Señor.
Según la Biblia, ocurrieron otras varias apariciones, por ejemplo, a varios de los discípulos en el lago Tiberíades y a muchas más personas.
La última aparición de Jesús resucitado
La última ocurrió el día en que Jesús se despide de ellos y sube al Cielo. Es lo que celebramos como la Ascensión de Jesús a los cielos.
Pero no les dejó solos, porque 10 días después, les regaló el Espíritu Santo, lo que llamamos la fiesta de PENTECOSTÉS, lo cual les llenó de, no solo enorme alegría, si no de gran fortaleza y valentía para poder ir por todo el mundo anunciando que Jesús ha resucitado, sin miedo a ser perseguidos.
Enseñanzas de la resurrección de Jesús
Como ves, son muchas las personas a las que Jesús se les apareció. Pero de todo esto podemos aprender mucho.
La resurrección de Jesucristo hace realidad la promesa que Dios nos hizo a toda la humanidad desde el comienzo de la historia de salvación. Recuerda que a Abrahán le prometió una tierra. Esa tierra para nosotros es la verdadera felicidad. La podemos comenzar a vivir en este mundo cuando sentimos lo mucho que Dios nos ama y que, gracias a que Cristo ha vencido a la muerte, los pecados ya no nos matan al alma. Esto es un anticipo de lo que será la felicidad para siempre en la Vida Eterna, que es la tierra prometida. Jesús al resucitar abrió las puertas del Cielo para que podamos algún día estar siempre a su lado.
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